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17/7/10

OBRA JUVENIL:




gif animator
Dicen que el primer amor nunca se olvida y más si este fue intenso y verdadero. Esta obra narra el primer amor de Alejandro con Dulce, dos adolescentes que vivieron lo que muchos jóvenes de hoy están pasando.

Disfruta del primer capítulo. Leer


13/7/10

CAPÍTULO 1

Me parece increíble cómo es la vida, mientras ayer pensaba en juguetes y eso me daba felicidad, en la adolescencia la felicidad lleva nombre. Es decir se convierte en alguien en quien piensas y quieres estar siempre con esa persona. Hasta hace poco a las justas saludaba a las chicas, ahora era con su besito en la mejilla y qué bien se sentía.

A los 13 años mientras llevaba a mi hermano pequeño al colegio conocí a Dulce, las miradas que cruzamos fueron como dos flechas que lanzamos uno al otro. En ese momento nació el amor: Mientras pensaba en cómo «mandarme», ella era más avezada, con excusas decía que quería tocar mi rostro para ver si se parece al de su hermano. Cuando ella hacía eso su hermana mayor y otros adultos que pasaban cerca nos miraban y se quedaban mirándonos moviendo la cabeza como diciendo: «Estos mocosos, tan pequeños y enamorados». En la década de los 90 no era tan común eso y menos antes, ya que siempre oía decir a mis padres que a partir de los 20 años recién les permitían tener pareja. Pero los tiempos cambian, ¿verdad?

Cada mañana con gusto iba a dejar a mi hermano al colegio y más que por solidaridad fue por ella. En clases el tema era ella ya que mientras el profesor explicaba mi mano sólo escribía su nombre en todos mis cuadernos, la carpeta y la pared; todo se volvió ella.

En vacaciones fui el invitado especial de su fiesta, fue la primera vez que bailé pegadito, en ese momento todo se me erizaba hasta lo de abajo. Y sí que para entonces aún era inocente, ¿o tal vez tonto? Recuerdo que había una canción que decía hacer el amor con otro y yo cambiaba la palabra otro con ocho. Ella sonreía diciendo ¡guau!, ¿con ocho?, ¿puedes? Por su puesto respondí. Pensaba que ése termino significaba amar a ocho más no lo otro. Obviamente sabía como viene uno al mundo; pero lo conocía con otro nombre vulgar más no como hacer el amor. Sí que fue un «roche». Cuando pasó el primer beso me sentí como una abeja. Ella dijo que ese fue su mejor regalo de cumpleaños.

Quien recuerde su primer beso lo recordará como algo mágico, dicen que es el lenguaje del amor. Fue ella quien lo inició, al sentir su rostro cerca sentí cosquillas, el calor de su piel uave y su aliento fresco. Mis labios estaban quietos y la respiración casi paralizada, ella mordió mi labio superior y luego el inferior, mientras yo seguía inmóvil. Otra vez estaba todo erizado. Ella sí que sabía besar por lo visto no era su primera vez; eso no importaba por el momento.

Las vacaciones que pasé con ella fueron las mejores, todas las tardes le enseñaba a montar bicicleta y eso disgustaba a su hermano quien era muy amigo de Cristian, mi vecino que estaba loco por ella (eso lo supe después)

Un día su hermano me dijo «pajero» ella me miró y sólo me sonrojé conteniendo mi ira. Quien le incitó a que dijera eso fue mi vecino quien aparentó ser mi amigo, pues en las tardes venía a mi casa con su bicicleta para ir donde Dulce, ella al vernos llegar no le decía nada; aunque siempre hacía muecas de desagrado. Ese día cuando lo vi reír ante lo dicho por el hermano de Dulce me vino una serie de interrogantes, mientras caminaba pensativo me encontré con su ex amiga de Dulce, Marianela fue quien me presentó a Dulce después de esas miradas que intercambiamos aquella primera vez. Nunca supe porque rompieron tan bonita amistad, más ese día lo supe.

El primer amor de Dulce había sido Cristian, entonces entendí que en el cumpleaños de ella él había llorado cuando nos vio darnos el primer beso cuando él había dicho que su ex le había «choteado». Ese día como amigo me acerqué a tranquilizarlo y no quiso decirme quien era ella, más si dijo que esa persona estaba en la fiesta. Y como había muchas chicas ignoré que era mi Dulce. Allí entendí todo las burlas del hermano de ella por culpa de Cristian, sus malos consejos y el hecho de siempre ir conmigo en las tardes sólo para verla y aprovechar cualquier momento para recuperarla. Lo cierto es que las últimas semanas ellos se llevaban mejor a veces ella prefería manejar la bicicleta de él que la mía que era más antigua.

Mi reclamo de porqué ella no me contó nada vino y por amor todo lo olvidé y nos juramos amor eterno. Ella había llorado como nunca vi llorar a nadie, eso me conmovió suplicándome que no quisiera perderme. Los días pasaron y ella se fue a la capital. Mi alma quedó en pedazos, en casa me veían triste; pero mis padres nunca me dijeron nada y mi supuesto amigo me ignoró y eso terminó por destruirme. Cómo sufrí con su partida mis días fueron grises, lloraba como niño pues se llevaron mi corazón. Pero a los tres meses ella regresó, más hubiera preferido que no.

¿Por qué hubiera sido mejor que no regrese Dulce? ¿Habrá cambiado?
¿Que pasó en la capital?
¿Triunfará su amor?
¿Cumplirán su promesa de amor eterno?

Siga esta historia en su segundo capítulo en la siguiente edición porque son cosas del primer amor.

11/7/10

PRONTO UNA OBRA QUE DARÁ QUE HABLAR:

GENTE BRAVA

ALGUIEN HA VISTO A GONZALO

LOOKS

PURO TALENTO



PROMO

LAS SPICE GIRLS

EL ÁGUILA Y SUS AGUILUCHAS

EL CIELO EN LA TIERRA

CUANDO LA ALEGRÍA BAILA

SEIS

VIVA EL DEPORTE

FLAVIO CRUCIFICADO

LOS ÁNGELES DE MISS HILDA

DE LA SAYA SU FOTO jeee

VERBENA CON SAYA

LA ASCENCIÓN DE DIEGO

PURA SAYA

LOS GANADORES DEL CONCURSO DE MISTERIOS

3 SANTITOS (O tal vez diablillos)